Es una planta suculenta arborescente que puede alcanzar los 4-5 metros de altura. El tallo está formado por cladodios, comúnmente llamados palas. Son tallos modificados, aplanados y de forma ovalada, de 30 a 40 cm de largo, de 15 a 25 cm de ancho y de 1,5 a 3,0 cm de espesor, que al juntarse forman ramas.

Los cladodios (o palas) forman el tallo y se agrupan formando ramas. Están recubiertas de una película cerosa que protege a la planta del calor excesivo, impidiendo la transpiración y protegiéndola de un posible ataque de depredadores. Después de cuatro años de desarrollo, los cladodios sufren una lignificación, formando un verdadero tronco. Incluso la opuntia, como todos los cactus, delega la función de la clorofila al tallo y no a las hojas; estos son muy pequeños y se encuentran solo en hojas jóvenes. Las areolas, en la base de las hojas, se desarrollan en espinas o raíces particulares llamadas gloquidios, o en flores.

El fruto de la tuna es particularmente rico en agua y, por lo tanto, un fruto hidratante. En 100 gramos, 83 gramos están formados por agua. Las calorías, en cambio, son 53 por cada 100g y los azúcares un 13%. Gracias al alto contenido en agua, la tuna tiene propiedades calmantes, diuréticas y depurativas. Por estos motivos suele ser recomendado por los especialistas para expulsar los cálculos renales. Los higos chumbos contienen dos tipos particulares de fibra dietética, pectina y xilosa, que los hacen adecuados para su inclusión en la dieta de los diabéticos.